Cuando nos referimos a síndrome entendemos el término como el conjunto de signos y síntomas característicos de una enfermedad o cuadro patológico significativo a causa de diferentes enfermedades.
En esta oportunidad, en DoctorAkí, hablaremos de uno de esos síndromes: el síndrome del impostor; sus causas o factores de riesgo y qué debemos hacer en caso de padecerlo.
¿Qué es el síndrome del impostor?
El síndrome del impostor se caracteriza por la falta de reconocimiento que el paciente tiene frente a sus capacidades y logros; lo que genera cuestionamientos constantes e ideas irracionales de sí mismo, entendiendo estas como pensamientos negativos y catastróficos frente a diferentes situaciones que se interponen a nivel individual.
El síndrome del impostor es también conocido como el “síndrome del fraude”, ya que el paciente frecuentemente piensa y replica la idea de que no es competente, ideas relacionadas con “no hago nada”, “no tengo las habilidades para ese trabajo”, “no debería estar aquí”, “seguramente no quieren mis servicios ni mi ayuda”, “no sé por qué me eligen a mí”.
¿Te has preguntado esto?
Si tu respuesta es SÍ, no quiere decir que estés atravesando por este tipo de eventos, ya que este síndrome debe ser diagnosticado de una manera clara y por parte de especialistas recomendados en el área de la salud mental, puesto que puede, incluso confundirse con problemas de seguridad, autoestima, depresión, entre otras, imposibilitando un diagnóstico diferencial.
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Ahora… Te has preguntado ¿por qué se presenta este tipo de eventos en las personas y por qué temen al reconocimiento?, precisamente se consideran un fraude, por lo tanto, les genera temor ser descubierto ante los demás, es un problema que se da con frecuencia a nivel laboral, ya que no hay significancia en los logros obtenidos, refiriendo sus logros a un golpe de suerte, una casualidad del destino o tener la concepción de que mantiene a todos engañados.
Este tipo de eventos se puede ver reflejado por algunas causales, teniendo como referencia la infancia, puesto que en esta se promueven las validaciones, la seguridad y el reconocimiento propio desde nuestro núcleo primario, además de las altas exigencias que puedo tener frente a mis padres y familiares cercanos, dando como resultado percepciones negativas e inseguras de nosotros mismos.
¿Cómo identificar si padezco el síndrome del impostor?
Cada enfermedad tiene unos signos y síntomas muy particulares y el síndrome del impostor no se queda atrás, por lo tanto, identificamos los siguientes:
- Temor al ser descubierto.
- Incrédulos a la hora de aceptar sus logros.
- Trabajo constante y de más por la necesidad de compensar las ideas de que debe estar a la altura de los demás.
- Expectativas frente al fracaso, ante situaciones de éxito, ya que no cree en sus logros.
- Miedo a los cumplidos, porque se siente farsante.
- Insatisfacción persistente por la poca confianza en sí mismo.
- Puede verse asociado a ello sintomatología de ansiedad por la preocupación excesiva a lo que pueda pasar; síntomas depresivos por la concepción que se tiene de sí misma.
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Es de vital importancia reconocer que esta sintomatología puede llevar al paciente a generar tantos conflictos y fluctuaciones emocionales que desencadenan culpas constantes y temor a ser descubiertos en público. Además, del poco goce que le generan los logros profesionales o personales.
¿Has encontrado en este escrito factores relacionados con tu comportamiento y tus pensamientos?
Te invitamos a que acudas a un acompañamiento terapéutico, recuerda que la sintomatología no define que padezcas de este síndrome; en terapia se trabajan temas relacionados con las técnicas que favorezca la validación constante, el reconocimiento de sí mismo mediante el amor propio, el fortalecimiento de autoestima y el reconocimiento de habilidades y capacidades del sí mismo.
Es importante reconocer síntomas muy relacionados con episodios de ansiedad como comorbilidades o eventos secundarios a dicha manifestación como eventos significativos, ya que se debe realizar intervención mediante técnicas de respiración y restauración de los pensamientos.
No es el diagnóstico, es el compromiso que ejecutes en la terapia; el diagnóstico permite realizar intervención, pero tú tienes el compromiso de asumir tu propio proceso.
Esperamos que este artículo haya despejado todas tus dudas y haya sido de valioso conocimiento para ti. Recuerda que en DoctorAkí trabajamos para acompañarte porque pensamos en ti.
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Soy psicóloga, especialista en psicología clínica con énfasis en niños y adolescentes. Trabajo de forma integral con toda la población.
Tengo experiencia en atención integral en salud, consejería en pareja, patrones de comportamiento adultos, tratamiento de salud comportamental, entre otros.