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SORDERA

Q: Cofosis

E s la pérdida total de audición. Este tipo de sordera no es tan común, pues el porcentaje de personas con cofosis es muy bajo.

La información que encuentras a continuación fue previamente revisada y curada por un profesional de salud, sin embargo, no reemplaza la consulta con tu médico. Para acceder a un diagnóstico preciso y personalizado es importante agendar una cita médica.

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Qué es

La sordera, también conocida como pérdida de audición, es un concepto médico que hace referencia a la dificultad o la imposibilidad de usar el sentido del oído.

De acuerdo con información de la Organización Mundial de la Salud, en el mundo, 1500 millones de personas viven con algún grado de pérdida de audición, de las cuales unos 430 millones necesitan algún tipo de servicio de rehabilitación. Y según la misma entidad, para el 2050 está previsto que haya casi 2500 millones de personas con algún grado de pérdida de audición.

Tipos de sordera

Existen dos tipos de pérdida de la audición:

Hipoacusia

Hace referencia a la incapacidad total parcial para escuchar sonidos en uno o ambos oídos.

Cofosis

Es la pérdida total de audición. Este tipo de sordera no es tan común, pues el porcentaje de personas con cofosis es muy bajo.

La sordera también se podría dividir, dependiendo de la parte del oído que involucre.

Conductiva (involucra el oído externo o medio)
Neurosensorial (involucra el oído interno)

Mixta (combinación de ambas)

Signos

Estos son algunos síntomas de la sordera:

Dificultad para entender palabras, especialmente cuando hay ruido de fondo
Dificultad para oír las consonantes
Las voces de otras personas suenan como murmullos o mal articuladas
Necesidad de subir el volumen de la televisión o de la radio
Evitar participar en conversaciones o en reuniones sociales por el temor a no poder comunicarse bien

Amortiguación del habla y de otros sonidos
Sonido de zumbido en los oídos (tinnitus)
La necesidad de pedir con frecuencia a los interlocutores que hablen más despacio, que vocalicen y/o que aumenten el volumen.
Si la causa de la pérdida de audición es una otitis, esta infección se puede presentar con dolor de oído, fiebre o autofonía (oírse en exceso la propia voz).

OTROS SÍNTOMAS

Amenorrea

Conjuntivitis

Diarrea

Disnea o dificultad para respirar

Dispepsia

Dolor de cabeza

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Causas

Las causas de la sordera se pueden dividir en congénitas y adquiridas. Las primeras hacen referencia a una pérdida de audición que se pudo presentar en el nacimiento o poco después, también por factores hereditarios y no hereditarios, o por complicaciones durante el embarazo y el parto. Mientas que las causas adquiridas son aquellas que pueden ocasionar la pérdida de audición a cualquier edad.

Congénitas

Sífilis, rubéola materna u otras infecciones durante el embarazo
Falta de oxígeno en el momento del parto
Bajo peso al nacer
Una ictericia que se complica
Uso inadecuado de ciertos medicamentos
Obstrucción del conducto auditivo producida por cerumen(cera) o cuerpos extraños

Adquiridas

Enfermedades infecciosas como la meningitis, el sarampión y la parotiditis
Infección crónica del oído
Otitis media
Exposición al ruido excesivo o a sonidos muy fuertes
Envejecimiento

Dentro de los principales factores de riesgo se encuentran el envejecimiento, ya que con el paso del tiempo las estructuras del oído se degeneran, la exposición a ruidos fuertes que pueden dañar las células de este órgano, factores hereditarios, algunos medicamentos y varias enfermedades, en especial las infecciosas como la meningitis, la otitis o la varicela que pueden afectar la capacidad auditiva.

Estas son las causas que comúnmente se asocian a este síntoma, sin embargo, pueden variar de acuerdo al estado de salud general del paciente. Acude a tu médico de confianza para evaluar las causas, síntomas y el tratamiento.

Cuándo acudir al médico

Ante cualquier pérdida repentina de la audición es importante acudir al médico de inmediato, pues existen causas que requieren revisión y tratamiento de inmediato. En cuanto al diagnóstico, el otorrinolaringólogo será el especialista encargado de realizar la historia clínica, para luego examinar los oídos con el otoscopio o el microscopio y después realizar un estudio de audición, observando si la pérdida de audición afecta a uno o ambos oídos, y si se ha producido por alguna situación en especifica.

Dependiendo del resultado de esa evaluación médica, el especialista puede solicitar pruebas complementarias como audiograma (una prueba de audición), una resonancia magnética nuclear (RMN) con gadolinio o una tomografía computarizada (TC). Estas pruebas se realizan en función de cuál sea la causa probable.

En la actualidad, existen diferentes tratamientos para mejorar los efectos de la sordera. Su elección dependerá de su origen, causas y características:

Prótesis auditivas como audífonos o dispositivos implantables.
Tratamiento farmacológico, el cual dependerá de dónde se localiza la lesión que está generando la sordera.

Técnicas quirúrgicas como una miringotomía, una timpanoplastia, mastoidectomía, entre otros métodos cuya elección dependerá de la ubicación de la lesión.
Terapias complementarias dentro de las que se encuentran la rehabilitación auditiva.

Cómo prevenir la pérdida auditiva

Aunque en algunos casos la sordera se debe a una condición congénita, en muchos otros también se deriva a factores evitables. Algunas recomendaciones para prevenirla son: