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La información que encuentras a continuación fue previamente revisada y curada por un profesional de salud, sin embargo, no reemplaza la consulta con tu médico. Para acceder a un diagnóstico preciso y personalizado es importante agendar una cita médica.
Las heces se almacenan temporalmente en el recto y se expulsan del cuerpo a través del ano. Una fisura anal es una grieta o desgarro en el revestimiento del canal anal. Es una causa común de dolor anal y sangrado rectal, especialmente durante las deposiciones.
El traumatismo anal generalmente causa una fisura, especialmente por el esfuerzo para evacuar heces duras. Las fisuras anales pueden ocurrir repentina o gradualmente. También pueden sanar rápida o lentamente. Alrededor de la mitad de los casos se curan solos con el cuidado personal adecuado y evitando el estreñimiento. Sin embargo, la cicatrización puede ser un problema si la presión de las evacuaciones intestinales reabre constantemente la fisura.
Los síntomas y signos incluyen dolor al defecar y sangre roja brillante que sale del ano. El problema es común en niños menores de un año y afecta a ocho de cada 10 bebés. La susceptibilidad de una persona a las fisuras anales tiende a disminuir con la edad. También pueden ocurrir en personas embarazadas. Aproximadamente la mitad de las personas con fisuras anales se presentan antes de cumplir los 40 años.
Los síntomas más comunes son:
Algunas personas también pueden tener:
La mayoría de las personas, pero no todas, sienten dolor con una fisura anal. Lo sienten más cuando hacen caca, pero puede durar de minutos a varias horas después. Lo describen como punzante, desgarrante, cortante o quemante. Algunas personas encuentran que el dolor se irradia a las nalgas, la parte superior de los muslos o la parte inferior de la espalda.
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Un trauma, como estirarse y esforzarse, puede hacer que el revestimiento anal se desgarre. Pero las condiciones preexistentes también pueden desempeñar un papel importante en su aparición. Esto tiene que ver con la anatomía del ano, que en realidad son los últimos centímetros del tubo largo y musculoso conocido como intestino grueso.
Hacia el final del canal del ano, donde se abre hacia el exterior, el recubrimiento se parece más a la piel del exterior de su cuerpo. Pero en la parte superior, donde suelen ocurrir las fisuras, el ano está revestido con la misma mucosa blanda que el resto del intestino grueso.
Este revestimiento mucoso es más delgado y delicado que la piel normal, por lo que es más fácil de que se desgarre. Esto es especialmente delicado para los bebés, que a menudo tienen fisuras anales. También puede deberse a una inflamación por una lesión o enfermedad. La inflamación a largo plazo (crónica) puede debilitar estos tejidos.
El ano está rodeado por dos músculos circulares que ayudan a controlar sus movimientos intestinales (sus esfínteres anales). Si estos músculos están demasiado apretados, pueden agregar tensión a su revestimiento anal, lo que facilita el desgarro e incluso reduce el flujo de sangre a los tejidos.
Las causas principales de las fisuras anales incluyen:
Otras condiciones contribuyentes incluyen:
Estas son las causas que comúnmente se asocian a este síntoma, sin embargo, pueden variar de acuerdo al estado de salud general del paciente. Acude a tu médico de confianza para evaluar las causas, síntomas y el tratamiento.
Como se mencionó, este síntoma puede ser común y presentarse alguna vez en la vida, muy rara vez ocasiona situaciones de complejidad, no obstante, debes acudir al médico si:
Si la causa no es obvia de inmediato, es posible que se deba realizar más exámenes e incluso deba visitar especialistas en otras áreas médicas.
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