La información que encuentras a continuación fue previamente revisada y curada por un profesional de salud, sin embargo, no reemplaza la consulta con tu médico. Para acceder a un diagnóstico preciso y personalizado es importante agendar una cita médica.
El dolor crónico es aquel que dura por períodos prolongados, específicamente, por un tiempo mínimo de tres meses. El dolor persistente, como también se conoce, puede llegar a interferir con la vida diaria de una persona, impidiendo la realización de actividades cotidianas.
Este es un problema común que no desaparece a menos que se trate su causa subyacente. A menudo, el dolor crónico puede aliviarse o mantenerse bajo control con medicinas y tratamientos alternativos.
Se estima que los adultos mayores y las mujeres tienen un mayor riesgo de padecer afecciones que provocan este tipo de dolor.
Es posible que el dolor crónico sea severo o leve y que desaparezca momentáneamente para luego regresar. Pacientes informan que puede sentirse como un malestar:
Es importante saber que, en ocasiones, el dolor es solo uno de los síntomas, que también pueden incluir cansancio extremo, falta de apetito, dificultad para dormir, cambios de humor, poca energía o debilidad.
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Generalmente, el dolor crónico es causado por una lesión inicial, como un tirón muscular o un esguince de espalda. En este sentido, se cree que el malestar se presenta después de que los nervios se dañan, lo que hace que el dolor sea más intenso y duradero.
No obstante, es posible que las personas experimenten dolor crónico sin ninguna lesión previa y en estos casos, las causas exactas del malestar no se conocen bien.
En otras ocasiones, el dolor puede ser el resultado de una condición de salud como la endometriosis, la fibromialgia, el síndrome de fatiga crónica, la enfermedad inflamatoria intestinal, entre otras.
Estas son las causas que comúnmente se asocian a este síntoma, sin embargo, pueden variar de acuerdo al estado de salud general del paciente. Acude a tu médico de confianza para evaluar las causas, síntomas y el tratamiento.
Aunque el dolor crónico no siempre es curable, las medicinas y otras alternativas como la acupuntura, la terapia física y la cirugía, pueden ayudar a mitigar el malestar. Por lo tanto, se debe acudir al médico para encontrar un tratamiento eficaz que se ajuste a la condición específica de cada paciente.
Adicionalmente, es importante considerar que lo que le funciona a una persona puede que no proporcione ningún alivio a otra. Es decir, el diagnóstico, antecedentes personales y otros factores juegan un papel clave al determinar la mejor forma de hacer frente al dolor crónico y de establecer los tratamientos que le permitan al paciente gozar de una vida plena.
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