DESMAYO

Desmayo es la forma más común para describir la pérdida temporal de la conciencia. Ocurre cuando el flujo de sangre hacia el cerebro disminuye, generalmente al bajar la presión sanguínea de forma repentina. En algunos casos, el flujo sanguíneo puede ser adecuado, pero la sangre no contiene la cantidad suficiente de oxígeno o glucosa (azúcar en sangre) que el cerebro necesita para funcionar.

Este síntoma se describe como un desvanecimiento del cuerpo, en el que la persona pierde el control general de sus músculos, (tono muscular), de la visión, del habla, los sonidos se reducen, y su rostro se torna pálido. El término médico usado para describir el desmayo es síncope. 

Cuando una persona se desmaya se debe revisar que las vías respiratorias estén despejadas. Y en ese momento, lo ideal es recostarla boca arriba, durante unos 10 a 15 minutos, levantarle las piernas y luego la recuperación se dará por completo. Generalmente, un desmayo puede llegar a durar un par de minutos. Si la persona no recupera el conocimiento rápidamente es importante acudir al médico.

El desmayo es un síntoma que puede ocurrir en cualquier momento de la vida, sin importar la edad. Ahora bien, las causas graves de un desmayo se presentan en los adultos mayores, ya que el flujo de la sangre al cerebro disminuye con los años. 

En ellos, los desmayos suelen ocurrir, de forma frecuente, al ponerse de pie rápidamente, debido a que la presión arterial se ajusta de forma más lenta. Realizar actividad física puede ayudar a mejorar la actividad muscular que impulsa y bombea la sangre hacia el corazón.