La información que encuentras a continuación fue previamente revisada y curada por un profesional de salud, sin embargo, no reemplaza la consulta con tu médico. Para acceder a un diagnóstico preciso y personalizado es importante agendar una cita médica.
Los cálculos biliares son piedras pequeñas (acumulaciones endurecidas) que se forman en la vesícula biliar, un órgano con forma de pera donde el cuerpo almacena la bilis. Pueden ser tan pequeños como un grano de arroz o tan grandes como una pelota de ping pong.
Generalmente, los cálculos biliares están compuestos de colesterol o bilirrubina, que se acumulan en la parte inferior de la vesícula biliar hasta que se endurecen y se convierten en una especie de piedras. En la mayoría de los casos no generan síntomas ni causan ningún problema, sin embargo, si se sueltan y se desplazan hacia los conductos biliares sí pueden causar una afección y son, en realidad, las piedras más pequeñas las que tienen más probabilidades de hacerlo.
La condición médica de tener cálculos biliares se denomina colelitiasis. Muchas personas la pueden tener sin ni siquiera saberlo y según estadísticas médicas, los cálculos biliares afectan aproximadamente al 10 % de los adultos y al 20 % de los mayores de 65 años.
Por lo general, los cálculos biliares no presentan síntomas. Pero en caso de que uno de ellos quede atrapado en algún lugar de la vesícula biliar o de las vías biliares y provoque un bloqueo, los síntomas pueden ser:
A este tipo de dolor se le conoce como cólico biliar y es la señal de que un cálculo está causando un bloqueo parcial. La molestia puede tardar entre 1 y 5 horas. Sumado al cólico biliar, algunas personas también pueden desarrollar otras condiciones como la colecistitis, que es la inflamación de la vesícula biliar y puede causar:
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Las causas de los cálculos biliares no están del todo definidas, sin embargo, hasta un 75% de los cálculos biliares que los médicos descubren están formados por exceso de colesterol, por lo que este bien podría ser una de las razones principales. Sumado al exceso del colesterol, existen otras causas que también podrían contribuir a la aparición de los cálculos biliares como: exceso de bilirrubina (sustancia amarillenta que se forma cuando el hígado descompone los glóbulos rojos) o cuando la vesícula biliar no se vacía de manera correcta.
Dentro de los principales factores que pueden aumentar el riesgo de que se formen los cálculos biliares están: ser mujer, tener 40 años o más, llevar una vida sedentaria, sufrir de sobrepeso u obesidad, seguir una dieta con un alto contenido de grasas y de colesterol y baja en fibras, tener antecedentes familiares, tener una enfermedad hepática, entre otros.
Estas son las causas que comúnmente se asocian a este síntoma, sin embargo, pueden variar de acuerdo al estado de salud general del paciente. Acude a tu médico de confianza para evaluar las causas, síntomas y el tratamiento.
Se debe solicitar una consulta médica si existe algún síntoma que genera preocupación y es importante buscar atención inmediata cuando se presente signos o síntomas de complicaciones graves por cálculos biliares, como: dolor abdominal tan intenso que impida que la persona se siente o asuma una posición cómoda, señales de ictericia (color amarillento de la piel y en la parte blanca de los ojos) y fiebre alta.
Para diagnosticar que efectivamente se tratan de cálculos biliares, el profesional de la salud realizará análisis de sangre (para detectar inflamación, infección o ictericia) y algunas pruebas complementarias como: ultrasonido abdominal, colangiopancreatografía por resonancia magnética (MRCP) o colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (ERCP).
La mayoría de las personas con cálculos biliares no necesitan tratamiento, sin embargo, siempre que estén causando síntomas como dolor de estómago o complicaciones, como ictericia o pancreatitis aguda, el profesional de la salud puede recomendar una cirugía para extirpar la vesícula biliar.
Este procedimiento es conocido como colecistectomía laparoscópica, una intervención quirúrgica común que no tiene muchas complicaciones y que comúnmente se realiza insertando una cámara de vídeo diminuta e instrumentos quirúrgicos especiales a través de incisiones para ver dentro del abdomen y extirpar la vesícula biliar.
Existen algunas recomendaciones para reducir el riesgo de padecer cálculos biliares, como: no saltarse las comidas (intentar seguir los horarios de comidas a diario), si se necesita bajar de peso, hacerlo de manera gradual, aumentar la ingesta de alimentos ricos en fibra y mantener un peso saludable a través de unos buenos hábitos de vida.
Cleveland Clinic. (2022). Gallstones. (Consulta aquí)
Mayo Clinic (2021). Cálculos biliares. (Consulta aquí)
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