La información que encuentras a continuación fue previamente revisada y curada por un profesional de salud, sin embargo, no reemplaza la consulta con tu médico. Para acceder a un diagnóstico preciso y personalizado es importante agendar una cita médica.
Las calcificaciones mamarias son depósitos de calcio que se desarrollan en el tejido mamario. Son indoloros y muy pequeños, por lo que es posible que solo a través de una mamografía, una radiografía que detecta crecimientos atípicos en el tejido mamario, se puedan detectar.
Aunque por lo general las calcificaciones mamarias son benignas e inofensivas, pueden ser una señal temprana de que se están desarrollando células anormales en el tejido mamario. El tamaño, la forma y la distribución de las calcificaciones pueden dar indicios si se trata de una afección benigna (no cancerosa) o si se necesitan más pruebas para descartar malignidad (cáncer).
Existen dos tipos de calcificaciones mamarias, las cuales aparecen de manera diferente en una mamografía.
Se trata de un tipo de afección común, en especial en las mujeres mayores de 50 años.
Por lo general, las calcificaciones mamarias no causan síntomas y son demasiado pequeñas para sentirlas durante un examen mamario, por lo que es probable que se descubran durante una mamografía de rutina.
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Estos pequeños depósitos de calcio suelen presentarse por los cambios que se producen en los diferentes estadios evolutivos que afectan a la glándula o el tejido mamario a lo largo de la vida de la mujer. Por lo general, las calcificaciones mamarias benignas se asocian con:
Aunque se trate de acúmulos de calcio, las calcificaciones mamarias no tienen que ver con el exceso de calcio en la dieta o con el consumo de suplementos.
Estas son las causas que comúnmente se asocian a este síntoma, sin embargo, pueden variar de acuerdo al estado de salud general del paciente. Acude a tu médico de confianza para evaluar las causas, síntomas y el tratamiento.
Por lo general, las calcificaciones mamarias se detectan en una mamografía. Si es así y el radiólogo sospecha que estos depósitos están asociados a cambios precancerígenos o cáncer de mama, es posible que solicite más pruebas como una mamografía con vistas aumentadas e, incluso, una biopsia de mama para analizar una muestra del tejido mamario.
La mayoría de las calcificaciones mamarias son benignas y no requieren ningún tratamiento especial. Si una o más pruebas de seguimiento indican que las calcificaciones son anormales o pueden ser signos de cáncer, se debe consultar a un médico que se especialice en enfermedades de los senos, como puede ser un cirujano de mama.
Este especialista se encargará de definir el plan a seguir, el cual, dependiendo de la causa desencadenante, puede incluir opciones de tratamiento como: monitoreo del tejido, extirpación del tejido mamario o de toda la mama, quimioterapia y/o radiación y terapia farmacológica dirigida.
Las calcificaciones mamarias no se pueden prevenir, pero la detección temprana a través de una mamografía es clave para identificar cualquier anomalía o cáncer que se pueda desarrollar.
Mayo Clinic. (2023). Calcificaciones mamarias. (Consulta aquí)
Cleveland Clinic. (2022). Breast Calcifications. (Consulta aquí)
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