La información que encuentras a continuación fue previamente revisada y curada por un profesional de salud, sin embargo, no reemplaza la consulta con tu médico. Para acceder a un diagnóstico preciso y personalizado es importante agendar una cita médica.
Los calambres nocturnos en las piernas son contracciones involuntarias y dolorosas, que pueden durar segundos o minutos y que por lo general suceden cuando la persona está acostada. Este tipo de episodios afecta con frecuencia al músculo gastrocnemio (músculo de la pantorrilla) que se extiende por la parte posterior de cada pierna desde el tobillo hasta la rodilla, pero también pueden afectar los músculos de los muslos.
Pueden suceder al estar despierto o dormido y la mayoría de las veces, el músculo se relaja en menos de 10 minutos. Los calambres en las piernas que se presentan en la noche no solo afectan el sueño de quien los padece, sino que también pueden llegar a alterar la calidad de vida en general.
Este tipo de episodios son reportados por el 50 al 60 por ciento de los adultos y por aproximadamente el 7 por ciento de los niños. Además, son más comunes entre las mujeres y los adultos mayores, pues su prevalencia aumenta con la edad.
La diferencia entre los calambres nocturnos y el síndrome de las piernas inquietas, que también tiende a presentarse durante la noche o cuando está descansando, es que el segundo no causa dolor. Aunque el síndrome de piernas inquietas es incómodo, no es doloroso y se presenta como sensación de hormigueo que te hace querer mover las piernas.
El calambre es el síntoma en sí y se siente como un músculo apretado y contraído. Puede ser incómodo y muy doloroso, y puede tardar segundos e incluso minutos. Además, los músculos de la zona también pueden doler durante horas después de que desaparezca el calambre.
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No se sabe a ciencia cierta qué causan los calambres nocturnos en las piernas, por lo que en la mayoría de los casos, estos episodios son idiopáticos, lo que significa que se desconoce su causa exacta. Sin embargo, existen algunos factores que pueden aumentar el riesgo de que se presenten, como:
También existe un listado de enfermedades o afecciones que muchas veces pueden relacionarse con los calambres nocturnos en las piernas, dentro de las que se incluyen:
Además, existen medicamentos que podrían aumentar el riesgo de padecer calambres nocturnos en las piernas como fórmulas para la presión arterial, para reducir el colesterol (estatinas), los que se usan en la diálisis o algunos diuréticos.
Estas son las causas que comúnmente se asocian a este síntoma, sin embargo, pueden variar de acuerdo al estado de salud general del paciente. Acude a tu médico de confianza para evaluar las causas, síntomas y el tratamiento.
Aunque los calambres nocturnos en las piernas son muy comunes y normales, especialmente en la noche, es importante consultar al médico cuando:
Además, es importante agendar una visita con un profesional de la salud cuando a raíz de los calambres nocturnos de las piernas, la persona tenga problemas en el desempeño del día o debilidad muscular.
Para el diagnóstico, el médico necesitará conocer el historial médico del paciente, si está consumiendo algún medicamento y el detalle de lo que está experimentando. Es importante ser específico a la hora de comentarle los síntomas, lo mismo a la hora de responder a sus interrogantes, que pueden ser: ¿desde cuándo empezó a sentir calambres en las piernas? ¿Cómo es ese dolor?, ¿cuándo ocurren con más frecuencia?, entre otros.
Para diferenciar los calambres en las piernas de otras sensaciones que pueden parecerse a ellos, el especialista puede comprobar la palpación de pulsos, evaluar sensaciones físicas como pinchazos y poner a prueba la fuerza de las piernas.
Dentro de las recomendaciones que pueden contribuir a prevenir calambres musculares nocturnos, se encuentran:
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