Hay dos clasificaciones de la amenorrea:

La amenorrea primaria es cuando no se ha presentado el primer período a los 15 años o dentro de los cinco años posteriores a los primeros signos de la pubertad. Puede presentarse debido a cambios en órganos, glándulas y hormonas relacionadas al desarrollo de la niña.

Las causas comunes de la amenorrea primaria incluyen:

• Problemas genéticos en los ovarios.
• Problemas hormonales relacionados con el hipotálamo o la glándula pituitaria.
• Falta o ausencia estructural en los órganos reproductivos, como partes afectadas o faltantes del sistema reproductivo.

La amenorrea secundaria es cuando se han presentado períodos regulares, pero de momento la menstruación se ausenta durante al menos tres meses, o se detienen los períodos durante seis meses cuando antes eran irregulares. Las causas pueden incluir embarazo, estrés o enfermedad.

Las causas comunes de amenorrea secundaria incluyen:

• Embarazo (es la más común en la amenorrea secundaria).
• Lactancia materna.
• Menopausia.
• Algunos métodos anticonceptivos, como dispositivos intrauterinos (DIU) y ciertas píldoras anticonceptivas.
• Quimioterapia y radioterapia para el cáncer.
• Cirugía uterina con cicatrización posterior (por ejemplo, si tuvo una dilatación y legrado)

Otras causas de amenorrea secundaria pueden incluir:

• Estrés.
• Mala nutrición.
• Cambios en el peso, tanto por bajar demasiado como cuando se presenta obesidad.
• Ejercicio asociado con bajo peso.
• Enfermedad crónica.

Otras condiciones asociadas a las causas de amenorrea secundaria:

• Insuficiencia ovárica primaria, esto sucede si la menopausia se presenta antes de los 40 años.
• Trastornos del hipotálamo, como la amenorrea hipotalámica funcional (FHA), que también se denomina amenorrea hipotalámica (HA). La FHA es una afección en la que la amenorrea está asociada con el estrés o la pérdida de peso, pero no está claramente causada por un problema orgánico en el cuerpo de la mujer.
• Trastornos de la hipófisis, como un tumor hipofisario benigno o una producción excesiva de prolactina.
• Otros problemas hormonales, como el síndrome de ovario poliquístico, trastornos suprarrenales o hipotiroidismo.
• Tumores de ovario.
• Cirugía para extirpar el útero o los ovarios.