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Trastorno de conducta

La información que encuentras a continuación fue previamente revisada y curada por un profesional de salud, sin embargo, no reemplaza la consulta con tu médico. Para acceder a un diagnóstico preciso y personalizado es importante agendar una cita médica.

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Qué es

El trastorno de conducta se refiere a un grupo de problemas de comportamiento y manejo emocional caracterizados por un rechazo generalizado a su entorno. Los niños que presentan este tipo de trastorno tienen complicaciones para cumplir con las reglas y comportarse de modo socialmente aceptable. Su relacionamiento puede ser hostil y a veces puede ser violento.

Las personas con trastorno de conducta se pueden encontrar en todas las razas, culturas y grupos socioeconómicos. A menudo, también tienen otros problemas de salud mental que pueden contribuir al desarrollo del trastorno de conducta. El trastorno de conducta suele ser más frecuente en niños que en las niñas.

En sus primeros años, pueden mostrar signos tempranos de agresión, como empujar, golpear y morder a otros. Los niños y adolescentes con trastornos de conducta pueden tener con el tiempo comportamientos más serios, que incluyen intimidación, lastimar animales, buscar peleas, robos, vandalismo e incendios provocados.

Signos

Los comportamientos característicos del trastorno de conducta se desarrollan progresivamente con el tiempo. Los niños con trastorno de conducta tienden a ser impulsivos y difíciles de manejar. No parecen preocuparse por los sentimientos de los demás.

Los cuatro comportamientos básicos del trastorno de conducta incluyen:

Agresión a personas y animales y/o violación de los derechos básicos de los demás.
Destrucción de la propiedad ajena.
Engañar, mentir y/o robar.
Infracciones graves de las normas.

Los signos de comportamiento agresivo hacia los demás incluyen:

Acoso.
Violencia física (potencialmente con un arma).
Peleas verbales.
Conductas amenazantes.
Forzar la actividad sexual.
Culpar a otros por su propio comportamiento.
Lastimar a los animales.

Los signos de la destrucción de la propiedad incluyen:

Incendios intencionales.
Vandalizar o destruir la propiedad de otros.

Los signos de engaño, mentira y robo incluyen:

Mentir para conseguir un favor o eludir responsabilidades.
Robar a personas o tiendas.
Irrumpir en casas o negocios.

Los signos de violaciones de las reglas incluyen:

Romper las reglas sin una razón clara.
No ir al colegio o fugarse (ausentismo).
Huir de casa.
Romper con frecuencia las reglas establecidas por los padres.

Otros signos comunes del trastorno de conducta incluyen:

Consumo excesivo de alcohol y/o consumo excesivo de sustancias.
Participar en prácticas sexuales frecuentes y arriesgadas.
Frustrarse fácilmente.
No hacer ningún esfuerzo por ocultar sus comportamientos agresivos.
No mostrar remordimiento por sus acciones.
Dificultad para hacer y mantener amistades.

Es importante tener presente que el comportamiento rebelde ocasional es común durante la niñez y la adolescencia. Los signos y síntomas que conducen al diagnóstico de trastorno de conducta muestran un patrón disruptivo y repetitivo.

OTRAS ENFERMEDADES

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Depresión

Neumonía

Síndrome de Asperger

Trastorno de conducta

Causas

Muchos factores pueden contribuir a este trastorno. Las investigaciones han encontrado que los niños y adolescentes con trastornos de conducta parecen tener una limitación en el lóbulo frontal del cerebro. Esto puede llegar a interferir con su capacidad para planificar, evitar daños y aprender de las experiencias negativas.

Además de estos factores, otros parecen poner a los niños y adolescentes en mayor riesgo de desarrollar un trastorno de conducta:

Haber experimentado abuso, rechazo o negligencia de parte de los padres.
Ser diagnosticado con otros trastornos psiquiátricos.
Padres biológicos con distorsiones comportamentales (ej: TDAH), trastorno por consumo de alcohol, depresión, trastorno bipolar o esquizofrenia.
Mal nutrición.
Vivir en situación de pobreza o bajos recursos.
Psicopatología materna.
Crianza deficiente o falta de participación de los padres.
Disciplina inconsistente, demasiado dura o ineficaz.
Exposición a la violencia.
Delincuencia en su entorno inmediato o comunidad.
Haber sido objeto de maltrato físico, sexual y/o emocional.
Falta de supervisión adecuada de los padres u otros adultos.

En adolescentes y jóvenes, el trastorno de conducta también puede estar asociado con:

Uso de sustancias psicoactivas.
Comportamiento arriesgado.
Problemas escolares.
Lesiones físicas por accidentes o peleas.
En los niños más pequeños, puede ser más difícil distinguir los signos de un trastorno de conducta de los típicos «actos maliciosos».

Estas son las causas que comúnmente se asocian a esta enfermedad, sin embargo, pueden variar de acuerdo al estado de salud general del paciente. Acude a tu médico de confianza para evaluar las causas, síntomas y el tratamiento.

Cuándo acudir al médico

Para el tratamiento de este tipo de trastornos es necesario un monitoreo constante del niño o el adolescente, no obstante, debe acudir al médico si:

Los padres no encuentran las herramientas apropiadas para el manejo comportamental del niño o adolescente (problemas en la crianza).
Si interfiere en el desarrollo y los procesos de aprendizaje del menor.
Puede desencadenar situaciones complejas de manejar como un arresto o que afecten la integridad del menor.
Desencadena otro tipo de enfermedades mentales.
La causa necesita tratarse con mayor profundidad y con un especialista.

Si la causa no es obvia de inmediato, es posible que se deba realizar más exámenes e incluso deba visitar especialistas en otras áreas médicas.