La información que encuentras a continuación fue previamente revisada y curada por un profesional de salud, sin embargo, no reemplaza la consulta con tu médico. Para acceder a un diagnóstico preciso y personalizado es importante agendar una cita médica.
La mononucleosis, también conocida como la enfermedad del beso o fiebre glandular, es una infección viral comúnmente causada por el virus de Epstein-Barr (VEB). Se transmite principalmente a través de la saliva, por lo que el contacto cercano con una persona infectada, como besarse o compartir utensilios, puede facilitar su propagación.
Aunque lo veremos más adelante, algunos de sus síntomas más comunes incluyen fiebre, dolor de garganta, inflamación de los ganglios linfáticos y fatiga extrema.
Esta enfermedad suele durar varias semanas, y durante ese tiempo es importante descansar, beber líquidos adecuados y tomar analgésicos para aliviar los síntomas, eso sí, siempre bajo la supervisión de su médico.
La enfermedad de la mononucleosis puede presentarse en diferentes tipos o variantes que pueden estar asociados a distintos virus.
La forma más común es la mononucleosis infecciosa causada por el virus de Epstein-Barr (VEB), que es responsable de la mayoría de los casos. Sin embargo, otros virus también pueden desencadenar síntomas similares a la mononucleosis, como, por ejemplo, el citomegalovirus (CMV) y, en casos menos frecuentes, el virus de la hepatitis A y el virus de la gripe. Estos virus pueden transmitirse a través de la saliva, contacto cercano o contacto con objetos contaminados.
Los síntomas de la mononucleosis pueden variar en su intensidad y duración, y suelen manifestarse de cuatro a seis semanas después de la exposición al virus.
Entre los síntomas más comunes están:
Y, en algunos casos, ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos) debido a la inflamación del hígado.
Es importante tener en cuenta que los síntomas de la mononucleosis pueden ser similares a los de otras enfermedades, como la gripe. Por lo tanto, es fundamental buscar atención médica para un diagnóstico adecuado.
Como decíamos anteriormente, la causa más común de la mononucleosis es la infección por el virus de Epstein-Barr (VEB) y se transmite principalmente a través de la saliva, por lo que el contacto cercano con una persona infectada, como besarse o compartir utensilios, puede facilitar su propagación.
Otras causas menos frecuentes de la mononucleosis incluyen infecciones por el virus del citomegalovirus (CMV), el virus de la hepatitis A y el virus de la gripe. Estos virus también pueden transmitirse a través de la saliva o el contacto directo con fluidos corporales infectados.
Es importante destacar que cada tipo de virus puede tener características clínicas ligeramente diferentes, aunque los síntomas generales de la mononucleosis suelen ser similares, como fiebre, dolor de garganta, fatiga y agrandamiento de los ganglios linfáticos.
Un médico es quien podrá determinar la causa específica de la enfermedad mediante evaluación clínica y, en algunos casos, pruebas de laboratorio.
Estas son las causas que comúnmente se asocian a esta enfermedad, sin embargo, pueden variar de acuerdo al estado de salud general del paciente. Acude a tu médico de confianza para evaluar las causas, síntomas y el tratamiento.
Es importante estar atento a la gravedad de cualquiera de los síntomas o si no mejoran después de unas semanas, es importante buscar atención médica para obtener un diagnóstico preciso y recibir el tratamiento adecuado.
Recuerda que siempre es mejor consultar a un profesional de la salud para obtener orientación específica y adecuada a tu situación médica individual.
Medline Plus. (2020). Mononucleosis infecciosa. (Consulta aquí)
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. (2020) Qué es la mononucleosis infecciosa. (Consulta aquí)
Mayo Clinic. (2022). Mononucleosis. (Consulta aquí)
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