La información que encuentras a continuación fue previamente revisada y curada por un profesional de salud, sin embargo, no reemplaza la consulta con tu médico. Para acceder a un diagnóstico preciso y personalizado es importante agendar una cita médica.
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La gastritis es un concepto médico que se refiere a una afección que inflama el revestimiento del estómago (la mucosa), provocando dolor abdominal, indigestión (dispepsia), distensión abdominal y náuseas. Se trata de un problema que puede aparecer repentinamente (aguda) o gradualmente (crónica) y puede producirse por diversos agentes, como: la ingesta de ciertos medicamentos o la infección por la bacteria Helicobacter pylori.
El estómago tiene un revestimiento protector llamado mucosa, el cual lo protege del fuerte ácido estomacal que digiere los alimentos. Cuando algo daña o debilita este revestimiento, la mucosa se inflama y provoca gastritis.
Es una afección frecuente y según datos científicos, la gastritis aguda (repentina) afecta aproximadamente a 8 de cada 1000 personas. El riesgo de desarrollar gastritis aumenta con la edad, pues los adultos mayores tienden a tener revestimientos estomacales más delgados, disminución de la circulación y metabolismo y reparación de la mucosa más lenta.
Signos
Aunque muchas personas con gastritis no tienen síntomas, es importante tener en cuenta que en los casos en que se presenten, estos pueden ser parecidos a los de la indigestión. Además, otros signos pueden incluir:
Heces negras
Hinchazón
Náuseas y vómitos
Sensación de llenura durante o después de una comida
Existen varias causas que pueden desencadenar la gastritis, que recordemos ocurre cuando algo daña o debilita el revestimiento del estómago (mucosa):
El consumo en exceso de alcoholpuede irritar y erosionar el revestimiento del estómago
Enfermedad autoinmune: en algunas personas: hay personas en las que el sistema inmunitario del cuerpo ataca las células sanas del revestimiento del estómago.
La bacteria H. pylori es la principal causa de la gastritis crónica y la enfermedad de úlcera péptica (úlceras estomacales).
Ciertos medicamentos: el uso constante de medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) o corticosteroides para controlar el dolor crónico puede irritar el revestimiento del estómago.
Consumo o ingesta de sustancias cáusticas o corrosivas (como venenos)
Infecciones virales como citomegalovirus y el virus del herpes simple
Un traumatismo o una enfermedad grave y repentina como una cirugía mayor o una insuficiencia renal
Estas son las causas que comúnmente se asocian a esta enfermedad, sin embargo, pueden variar de acuerdo al estado de salud general del paciente. Acude a tu médico de confianza para evaluar las causas, síntomas y el tratamiento.
Cuándo acudir al médico
La mayoría de personas han tenido un episodio de indigestión e irritación estomacal, los cuales duran poco tiempo y no requieren atención médica. Sin embargo, si los signos de la gastritis se prolongan durante una semana o más, es importante consultar a un médico.
Por otro lado, es necesario buscar atención médica inmediata si se presenta:
Dolor intenso
Sangre en las heces
Mareo o aturdimiento
Vómito con sangre
Debilidad extrema o fatiga
Pérdida de peso inexplicable
En cuanto al diagnóstico, elprofesional de la salud realizará preguntas sobre los síntomas y realizará un examen físico. También puede ordenar algunos exámenes como: prueba de aliento para helicobacter pylori, de heces, endoscopia superior o examen gastrointestinal superior (GI). El tratamiento de la gastritis varía según la causa. El médico puede recomendar ciertos medicamentos como antibióticos, antiácidos, bloqueadores de histamina (H2) e inhibidores de la bomba de protones.
En cuanto a pautas de prevención y teniendo en cuenta que las bacterias, entre ellas, la Helicobacter pylori, principal causa de la gastritis, se transmiten fácilmente, es importante seguir pautas de higiene básicas, incluyendo la del lavado de manos. También se pueden tomar algunas medidas para minimizar laindigestión y la acidez, como: evitar el consumo de alimentos grasos, fritos, picantes o ácidos, reducir la cafeína, comer comidas más más pequeñas a lo largo del día, reducir el consumo de alcohol y aprender a manejar el estrés.