En la actualidad, el Virus del papiloma humano o VPH, es una enfermedad de transmisión sexual muy común encontrándose hasta en el 10% de las mujeres a las que se les practica una citología de rutina. Puede ser una infección inofensiva y suele desaparecer de un momento a otro sin tratamiento alguno.
Como ya te hemos contado en el blog de DoctorAkí, existen al menos 100 variedades del virus y es normal que la mayoría de los hombres y mujeres que han tenido relaciones sexuales así sea una vez se puedan contagiar fácilmente en algún momento de su vida. Según el CDC al menos el 50% de la población sexual mente activa va a tener esta infección en algún momento de su vida.
Ahora bien, a continuación queremos contarte más sobre su sintomatología, diagnóstico y tratamiento.
Síntomas del VPH
Por lo general, la mayoría de las personas con VPH no presentan síntomas y pueden tener un buen estado de salud, por tal razón, no saben que se han contagiado. Pero a veces, el Virus del Papiloma Humano puede provocar verrugas genitales o cáncer.
Las verrugas pueden aparecer alrededor de los genitales y el ano en hombres como en mujeres, y a las mujeres les pueden aparecer verrugas en el cuello del útero, vagina o más frecuentemente en la vulva, según la Sociedad Americana de Cáncer. Cuando aparecen verrugas genitales como un síntoma del VPH, se puede concluir que es de bajo riesgo.
Según afirma la OMS, adicional a las verrugas genitales, también existen las verrugas comunes que pueden aparecer en las manos y dedos, las plantares, generalmente se presentan en los talones o la planta de los pies y las planas, que pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo.
La OMS, también explica que la diferencia del VPH de alto riesgo es que no presenta síntomas. Lastimosamente las personas contagiadas con tipos del virus de alto riesgo no presentan ningún signo de la infección hasta que esta ya ha ocasionado graves problemas en la salud. Por está razón, las visitas al médico son indispensables para prevenir que los cambios anormales en las células se conviertan en cáncer.
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Diagnóstico
Según la Clínica Mayo, un médico puede diagnosticar que una persona se encuentra infectada con el Virus del Papiloma Humano cuando el paciente presenta verrugas en los genitales. Pero si no se observan verrugas, el médico recomendará realizarse uno o más de los siguientes exámenes:
- Prueba de solución de vinagre (ácido acético): al aplicar la solución de vinagre en el área donde aparecieron las verrugas causadas por VPH, estas se pondrán de color blanco, ayudando a identificar algunas lesiones difíciles de encontrar.
- Papanicolaou o citología vaginal: con este examen se pueden detectar células anormales en el cuello uterino, que seguramente son causados por el VPH y que pueden producir cáncer.
- Prueba de ADN: este examen es recomendado realizarlo en mujeres mayores de 30 años, donde se toma una muestra de las células del cuello uterino. Así se identificará en el ADN las variedades de alto riesgo de VPH, que están vinculadas con los tipos de cánceres genitales.
Aunque, hasta el momento no existe un examen que detecte los tipos de VPH de alto riesgo. Estos causan infecciones en la vulva, el pene, el ano o la garganta. Y debido a que estas infecciones no provocan síntomas, es recomendable realizar chequeos médicos periódicos.
Tratamiento
Si se trata de verrugas se pueden eliminar con medicamentos como, ácido salicílico, podofilotoxina, ácido tricloroacético, que se aplican directamente sobre la lesión, y se deben realizar varias aplicaciones para lograr quitar las verrugas. Antes de iniciar el uso de cualquier medicamento debes consultar con un especialista que te oriente para un uso adecuado.
Si los medicamentos no te ayudan, es probable que el médico te sugiera eliminarlas con otros métodos como: congelarlas con nitrógeno líquido (crioterapia), quemarlas con corriente eléctrica (electrocauterización), la eliminación quirúrgica o con cirugía láser.
Cuando te realizan un examen de Papanicolaou o citología y el resultado arroja resultados anormales, tu ginecólogo recomendará que te realices una colposcopía. En ella, se observará de cerca el cuello uterino y si es el caso tomará muestras. Es decir una biopsia, de cualquier área que le parezca anormal.
Ten en cuenta, que si es necesario se deberá extirpar cualquier lesión precancerosa. Se puede realizar por medio de: congelación (criocirugía), láser o extracción quirúrgica.
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