La rinitis alérgica es una de las enfermedades más frecuentes que puede afectar de múltiples formas tu calidad de vida o la de tu familia. En este artículo te presentamos los aspectos más importantes a tener en cuenta para enfrentarla con soluciones prácticas y sencillas que puedes aplicar en casa.
Se define como la respuesta inmunológica mediada por Inmunoglobulina E de la mucosa nasal a la exposición de agentes y sustancias del medio ambiente (llamadas aeroalergenos). Se caracteriza por congestión nasal, prurito nasal (piquiña), estornudos, secreción nasal abundante y conjuntivitis.
Cuando aumenta su cronicidad e intensidad tiende a afectar de forma importante el bienestar de los pacientes, principalmente por la permanente obstrucción por la nariz, lo cual genera dificultades para dormir y descansar de forma adecuada. Lo anterior repercute en cansancio permanente, mal rendimiento laboral, escolar, deportivo, etc., y puede relacionarse con eventos asociados como sinusitis, otitis media, apnea de sueño, entre otros.
Es una enfermedad muy prevalente y la mayoría de estudios muestran que aproximadamente el 25-30% de la población mundial puede sufrir de esta enfermedad. En Colombia los niveles de frecuencia son similares aunque varían por regiones, siendo los Santanderes una de las zonas más afectadas. Además, existe alta asociación con Asma Bronquial y Dermatitis Atópica, ya que comparten el mismo mecanismo que origina la enfermedad.
Es muy importante anotar que es una enfermedad que se considera NO curable, pero sí controlable. Vale la pena aclarar que desafortunadamente la mayoría de pacientes no consultan hasta cuando los síntomas son moderados a severos, particularmente la congestión y obstrucción nasal. Por eso, es importante reconocer a tiempo estos síntomas y consultar rápidamente a fin de evitar complicaciones y hacer que el tratamiento sea más fácil.
El tratamiento incluye varios aspectos, que incluso, algunos se pueden poner en práctica aún antes de consultar con el médico. Fundamentalmente, los definimos en aspectos medioambientales, tratamientos médicos no farmacológicos, medicación y tratamientos más especializados como inmunoterapia, medicina biológica y cirugía.
Son diversos los alérgenos que pueden desencadenar la respuesta alérgica de la rinitis. El más frecuente de todos es el ácaro, el cual vive en las partículas de polvo que se depositan en muchos lugares tales como muebles, cortinas, tapetes, ropa, etc. Otros alérgenos frecuentes son pastos, pólenes, caspa de perro o gato, mohos, o algunos alimentos como huevo, nueces, comida procesada, comida chatarra , etc. Es importante aclarar que no todos somos alérgicos a los mismos alérgenos, por tanto las medidas medioambientales deben estar dirigidas específicamente a los alérgenos identificados, bien sea por observación o por detección con pruebas específicas.
En general, te recomendamos mantener un adecuado nivel de limpieza y aseo de la casa y sitio de estudio o trabajo, buena ventilación, limpiar polvo con trapo húmedo y aspirar o trapear (evitar barrer en seco). Se sugiere no tener plantas en el cuarto de dormir, que las mascotas no duerman en la cama, identificar alimentos a los cuales se pueda reaccionar y evitarlos. Muchas veces no es fácil mantener estas rutinas medioambientales por lo cual requerimos otras alternativas terapéuticas.
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El más reconocido es el uso de lavados nasales (irrigaciones salinas nasales), los cuales podrás hacer fácilmente en casa para ti o tus hijos pequeños. Estos lavados permiten hacer un barrido mecánico no solo de las secreciones sino también de los alérgenos, virus, partículas contaminantes que frecuentemente se depositan en la nariz. Los hay de alto o bajo volumen, pero es muy importante que sean de baja presión para que sean toleradas fácilmente especialmente por los niños.
No te recomendamos actualmente el uso de lavados nasales con jeringa por su adherencia, ineficacia y riesgo al oído medio por su alta presión. Se puede hacer de forma cotidiana (dos veces por día) sin ninguna contraindicación, ni efecto secundario si son realizados de la forma correcta. Además, en niñas y niños preescolares reducen a la mitad la frecuencia de infecciones virales respiratorias.
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Estarán indicados cuando tus síntomas sean más persistentes o severos y no los puedas controlar con lo mencionado anteriormente. Incluyen distintas opciones farmacológicas, como antihistamínicos, antileucotrienos, corticoides sistémicos o tópicos, etc, los cuales deberán ser formulados por tu médico, de acuerdo a una valoración individual. Otras alternativas pueden ser la inmunoterapia (desensibilización), medicamentos biológicos, o cirugía en caso de obstrucción nasal permanente, pólipos, sinusitis crónica, etc.
La rinitis alérgica es una enfermedad muy frecuente que si no se trata y controla puede afectar de forma importante tu calidad de vida, por tanto sigue las recomendaciones aquí expuestas y consulta tu médico. Cuando se trata de bienestar, en DoctorAkí pensamos en ti.
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El contenido anterior únicamente tiene carácter educativo e informativo y ha sido desarrollado con fuentes médicas confiables y recomendaciones de expertos en salud. Si te sientes identificado con algún síntoma, término médico descrito o eres un paciente, te recomendamos consultar a tu médico.
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