¡Lo que debes saber! Vacunas contra el COVID-19

Cuando inició la pandemia había un objetivo principal a nivel mundial y era desarrollar las vacunas lo más pronto posible contra el COVID-19. Para esta tarea, se reunieron varios grupos de investigación. 

Como resultado de los análisis y encuentros, la OMS creó el Mecanismo COVAX para el acceso mundial a las vacunas contra el COVI-19, el cual tiene por objeto “asegurar que la adquisición y la distribución de las vacunas se lleven a cabo de forma equitativa”.

Las vacunas y su técnica de creación 

A nuestro país han llegado hasta el momento vacunas de las Farmacéuticas Sinovac, Pfizer, AstraZeneca y en los próximos días, Janssen y Moderna. Pero, ¿cómo funcionan las vacunas contra el COVID-19? 

Las vacunas tradicionalmente contienen partes debilitadas o inactivas del virus (antígeno), que desencadenan una respuesta inmune dentro del cuerpo (anticuerpo). Otras vacunas contra el COVID-19 se han preparado aplicando nuevos métodos, son las que se conocen como vacunas de ARN mensajero o ARNm. 

• Las vacunas de ARNm, en lugar de introducir antígenos, introducen en nuestro cuerpo el código genético necesario para que el sistema inmunitario produzca el antígeno por sí mismo, como sucede en el caso de Pfizer y Moderna. 
• Las vacunas de  AstraZeneca y Janssen emplean tipo vector viral Adenovirus (Virus genéticamente modificado), que contiene material genético del SARS-COV-2, por lo cual difieren en el número de dosis a aplicar a las personas (AstraZeneca 2 dosis y Janssen 1 dosis). 
• Finalmente, Sinovac es una vacuna que funciona mediante el uso de partículas muertas para exponer al Sistema Inmunológico de la persona al virus del COVID-19, sin riesgo de una enfermedad grave. 

¡Ojo! Todas las vacunas aprobadas por la OMS han demostrado ser muy eficaces para protegerte contra la forma más grave del COVID-19. 

Efectos secundarios de las vacunas 

Tras saber un poco de las vacunas y su técnica de creación, es importante conocer qué efectos secundarios se pueden presentar. Pues bien, como vimos, las vacunas actúan de diferentes formas para brindar protección, pero en general, todas actúan sobre el sistema inmunológico. 

Después de la vacunación, el organismo demora algunas semanas (mínimo 2 semanas) en producir Linfocitos T y Linfocitos B, por lo que es posible encontrar que una persona se infecte con el virus COVID-19 justo antes o después de vacunarse y que se enferme porque la vacuna no tuvo el tiempo suficiente para generar la protección. 

Los efectos secundarios más frecuentes son: dolor, enrojecimiento e hinchazón en el brazo de la aplicación de la vacuna. Además, cansancio, dolor de cabeza, dolor muscular, escalofríos, fiebre o náuseas y malestar generalizado. 

Estos efectos secundarios podrían afectar tu capacidad para realizar las actividades diarias, pero deberían desaparecer en unos días.  

¿Cómo aliviar esos síntomas en casa? 

Manteniendo siempre las medidas de autoprotección, tomando la temperatura diariamente, aplicando frío local en la zona de la inyección, mejorando el nivel de hidratación y en lo posible, descansando un poco. 

En algunos casos, es necesario recurrir a medicamentos (como acetaminofén) para el control de los síntomas.

¿Qué hacer cuando los síntomas persisten? 

Es importante consultar con el médico cuando la persona presenta fiebre por 3 días, que no responde al manejo con medicamentos. Así como ante la presencia de enrojecimiento marcado y prurito (rasquiña) en el sitio de la inyección, náuseas, vómitos, somnolencia, mareos y dolor de cabeza intenso. 

En estos casos, debes comunicarte con tu EPS o con el número de contacto que te suministraron el día de la vacunación. 

Medidas ante el contagio por COVID-19

Por favor, ten en cuenta que si entre la primera dosis de la vacuna y la segunda dosis presentas infección por COVID-19 confirmada, debes realizar aislamiento por mínimo 10 días en una habitación de la vivienda y no deambular por el resto de la casa. 

También es importante que en lo posible evites compartir el baño, no manipules o elabores alimentos que deban consumir el resto de las personas que habiten contigo. Además, recuerda lavar tus manos frecuentemente, usar tapabocas dentro de la casa y cambiarlo, si se humedece, y nunca tocarlo en la parte delantera. 

Estas recomendaciones evitan contagiar a otros familiares que vivan en tu mismo hogar. 

¿Me puedo poner la segunda dosis si tengo COVID-19? 

Si entre la primera dosis de la vacuna y la segunda dosis presentas infección por COVID-19 confirmada, debes esperar 90 días (3 meses) y programar la vacunación después de este periodo. 

Según el consenso, se iniciaría nuevamente el esquema y este sería según la vacuna que te fue aplicada, hasta el momento y de acuerdo con las políticas de salud actuales, no se están aplicando a una persona dos tipos de vacunas de laboratorios diferentes para completar el esquema de vacunación, pero esto podría cambiar según sea la evidencia científica. 

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Finalizo recordando que las vacunas son eficaces para prevenir los casos graves, las hospitalizaciones y la muerte. 

Recuerda que el virus sigue estando entre nosotros y necesitamos mantener las medidas de tapabocas, lavado de manos y el distanciamiento físico. Si bien ya empezamos el Plan de Vacunación, no podemos bajar la guardia frente a las otras medidas de protección.

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El contenido anterior únicamente tiene carácter educativo e informativo y ha sido desarrollado con fuentes médicas confiables y recomendaciones de expertos en salud. Si te sientes identificado con algún síntoma, término médico descrito o eres un paciente, te recomendamos consultar a tu médico. 

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