Al hacer un mal movimiento, como girar el pie hacia adentro puedes resultar con un diagnóstico de esguince de tobillo. Esa sensación como que doblas o tuerces el pie, en realidad se ve reflejada en la estructura interna del tobillo.
Al principio puede parecer algo sin importancia, pero es posible que al pasar las horas tu pie se vea morado, hinchado y el dolor sea insoportable. De hecho, dependiendo del nivel de la lesión podría presentarse desde una fisura, hasta una fractura. Aquí vamos a contarte, qué es un esguince de tobillo, sus causas y recomendaciones para su tratamiento.
También conocido como torcedura, el esguince de tobillo es una lesión músculo esquelética que implica el desgarro de los ligamentos de esa área del pie. El esguince de tobillo se produce cuando se fuerzan los ligamentos más allá de su amplitud normal de movimiento, de acuerdo con Mayo Clinic.
Los ligamentos son los encargados de conectar un hueso con otro y ayudar a mantener sujetas las articulaciones. Si el esguince es leve, el ligamento se estira o rompe parcialmente, pero si es una torcedura grave, el ligamento puede romperse totalmente.
Los esguinces de tobillo se clasifican por grados así:
Leve (grado I): Es un desgarre parcial o alargado de un ligamento, sin pérdida de la capacidad para soportar peso sobre el pie lesionado.
Moderado (grado II): Quiere decir que hay un desgarre incompleto de ligamento, con pérdida moderada de la capacidad de soportar peso sobre el pie lesionado.
Grave (grado III): Aquí el desgarre del ligamento es completo y se presenta la pérdida total de la capacidad para soportar peso sobre el pie lesionado.
Generalmente, se produce cuando el pie se gira hacia adentro y se estiran de forma excesiva los ligamentos de la parte exterior del tobillo. Es muy común en las personas que practican deportes, o simplemente cuando cualquier persona camina sobre superficies irregulares; también puede suceder al resbalar del borde de un andén, al subir escaleras o perder el equilibrio con tacones muy altos.
Algo para tener en cuenta es que existen muchas probabilidades de tener un esguince de tobillo, si la persona ya se lo ha torcido antes. Es decir, después de una primera vez, puede haber otra posibilidad de lesión.
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Si has tenido un suceso que haya implicado una torcedura en tu pie y quieres saber si es un esguince, algunos síntomas pueden alertar.
Sin embargo, siempre será necesaria la revisión del especialista y los exámenes pertinentes, como una radiografía o resonancia magnética. Según Mayo Clinic estos pueden ser algunos síntomas:
El tratamiento del esguince de tobillo depende de la gravedad de la lesión. La recomendación es siempre asistir a consulta médica con el especialista para que pueda evaluar el grado del esguince y determinar el mejor tratamiento.
A continuación, compartimos algunas recomendaciones entregadas por Edith León Sánchez, fisioterapeuta de la Universidad Manuela Beltrán:
1. Generalmente, se recurre a calentar agua para colocar en la zona afectada. Ahora bien, “el calor ocasiona aumento de la inflamación; por lo tanto, se aconseja la crioterapia. 🧊 Es decir, el uso de un paquete frío, durante 15 – 20 minutos en la zona”, indica la fisioterapeuta, Edith León Sánchez.
2. De nuevo, lo imprescindible es la revisión por parte de un profesional de salud. Él es el único que puede clasificar el nivel de lesión. Además, esto es necesario para descartar otras complicaciones como luxofracturas, e indicar el tratamiento.
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3. Realizar todas las sesiones de terapia físicas. Aunque se sienta alivio en la primera terapia, el tratamiento continuo hará que realmente se pueda tener una recuperación.
4. Seguir las recomendaciones del ‘Plan casero’ que entrega el profesional de fisioterapia. Las sesiones son una guía, sin embargo, el paciente debe continuar con las indicaciones entregadas para una mejor rehabilitación en casa. 🏠
5. Mientras se recupera la zona afectada, la posición ideal es manteniendo el pie elevado para favorecer la circulación (o el retorno venoso) y el drenaje linfático.
6. El reposo es necesario para mejorarte, pero recuerda que es importante trabajar en las articulaciones no comprometidas, como la rodilla y la cadera para potenciar fuerza muscular, movilidad articular y funcionalidad.
7. Usar los aditamentos ortopédicos durante el tiempo indicado, ya sean muletas o bastón.
Un esguince de tobillo es una lesión que no se debe tomar a la ligera. Recibir una atención a tiempo y aplicar las recomendaciones para su tratamiento pueden hacer la diferencia para una recuperación exitosa. Y recuerda, cuando se trata de bienestar, en DoctorAkí pensamos en ti.
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El contenido anterior únicamente tiene carácter educativo e informativo y ha sido desarrollado con fuentes médicas confiables y recomendaciones de expertos en salud. Si te sientes identificado con algún síntoma, término médico descrito o eres un paciente, te recomendamos consultar a tu médico.
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