La mitomanía se puede entender como cuando en medio de conversaciones muy profundas alguien te pones a divagar sobre realidades alternativas y posibles situaciones que parecen ficción, pues para algunas personas este es su diario vivir. A veces pueden ser mentiras piadosas, y otras veces la persona comunique vivencias que nunca sucedieron, entre otras características propias de un mitómano.
La mitomanía, que proviene de la palabra francesa mythomane, es una tendencia anormal o patológica a exagerar o mentir. La persona que presenta esta condición puede decir mentiras con motivo de evitar responsabilidades, verse mejor ante los demás o distanciarse de la realidad; todo con el objetivo de manipular deliberadamente los resultados o haciendo la realidad más llevadera o entretenida.
Sin embargo, extrañamente, a veces también puede alterar la realidad y decir mentiras sin ningún beneficio aparente para sí mismo. Algunas veces puede deberse a una tendencia por baja autoestima y poco control de los impulsos. En otras ocasiones la persona también puede sufrir otras afecciones de salud mental como ansiedad o depresión. A veces, puede ser una señal de alerta para identificar tipos de personalidad inestables, como el trastorno de personalidad antisocial.
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¿Cómo identificar la mitomanía?
¿Y cómo saber si una persona es mentirosa solo por que así lo decide y no porque tenga una condición como la mitomanía? Un estudio de 2020 cuantificó la mentira patológica como decir constantemente cinco o más mentiras en un período de 24 horas, todos los días, durante más de 6 meses.
Si este tipo de comportamiento como decir mentiras o “embellecer” la realidad ocurren regularmente y son difíciles de controlar por la persona, puede considerarse una condición patológica, aunque es importante conocer bien el contexto de cuando sucede.
Puede ser un patrón patológico si la persona:
- Miente indiscriminadamente sobre cualquier tipo de tema.
- Dice mentiras sobre cosas o situaciones que pueden no ser importantes.
- No le importa o siente el riesgo de ser descubierto en la mentira presentada.
- Experimenta emociones de alegría o adrenalina cuando se sale con la suya al decir alguna mentira.
- Sigue mintiendo incluso cuando se confronta con la verdad.
Si identificas este tipo de comportamiento en una persona, puede que sea un mitómano:
- Brinda detalles extensos y no solicitados sobre lo que está hablando.
- Sus narraciones son coloridas, fantásticas o dramáticas.
- Suele cambiar repetidamente su historia.
- Presenta algunos signos de ansiedad al hablar.
- Muestra una actitud defensiva cuando se confronta.
- Esquiva las preguntas que le hacen o da respuestas vagas.
- Los recuerdos en común pueden tener detalles diferentes al de esa persona.
- Cuentan una historia que le pasó a alguien más y la hacen pasar como propia.
¿Por qué una persona puede mentir constantemente?
Para algunos, mentir es una forma de protegerse del daño emocional. Otros pueden mentir para obtener lo que quieren, manipular situaciones o evitar meterse en problemas. Algunas personas pueden tener dificultad para distinguir entre lo que es verdad y lo que no lo es. Como resultado, pueden mentir sin darse cuenta.
Los mentirosos compulsivos a menudo pueden sentir la necesidad de embellecer la verdad o incluso inventar historias por completo. Les resulta difícil detenerse incluso cuando saben que sus mentiras hieren a otros.
Cierta evidencia sugiere que los problemas con el sistema nervioso central a veces también pueden hacer que las personas estén más predispuestas a la mentira compulsiva, al igual que las anomalías hormonales en relación con los niveles cortisol.
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Esto puedes hacer si tratas con alguien con mitomanía
Lo primero es identificar que la persona convive a diario con esta condición. Teniendo esto claro, debes asumir una disposición razonable frente a las situaciones cotidianas con esta persona. Las relaciones pueden ser desafiantes, incluso puede ser confuso, frustrante y traumático que te mientan constantemente, pero hay formas de manejarlo.
Trata de estar en el momento presente y mantenerte en conexión a tierra en tus sentidos de la realidad. Para una persona mitómana, es normal decir mentiras y que salgan de forma muy natural, casi como si fuese la verdad, por eso es tan importante que no pierdas de vista lo que es real.
Debes establecer límites saludables cuando sientas que te mienten y esto te está afectando. Está bien poder tener tu espacio y limitar las interacciones. Trata de hacerlo con una actitud respetuosa, con compostura y calma, y explica cómo te sientes.
Cuenta con orientación profesional
No olvides que, como condición de salud mental, es necesario contar con una asesoría profesional y especializada que pueda ayudarle a quien convive con esta afectación y su entorno más cercano.
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